diciembre 08, 2005

Donante presunto o eutanasia obligatoria

Asumo que es un título agresivo pero es lo que hay.
En tres oportunidades escribí sobre el tema ( ver "Transplantes" y "Eutanasia II") El senado argentino que hoy parece sentir la fuerza del despotismo hegemónico, ha convertido en ley un proyecto del ejecutivo que hace meses tenía durmiendo.
Son múltiples las caras y aristas desde las que se puede examinar esta cuestión.
Donantes Presuntos se llaman, desde ahora, todos los ciudadanos salvo que expresamente deje asentada su opinión en contrario, ¿en que forma y en que lugar?, nadie lo tiene claro. La razón de ésta ley parece ser; contar con suficiente cantidad de órganos para poder transplantar a los que lo requieran, para prolongar una vida condenada por la enfermedad. Muy loable el propósito y muy mentiroso el enunciado. Absolutamente nadie una vez muerto se podría negar a que se use un órgano de su cuerpo destinado a ser pasto de los gusanos, para salvar una vida, no es acá que reside la dificultad, sino en la condición “sine qua non” para ser donante, es decir, estar muerto. Acá esta la cuestión.
Infinidad de páginas he leído últimamente afirmando que se puede respirar y mantener los latidos del corazón y estar muerto. Hasta quizás yo lo este mientras sigo escribiendo.
La muerte se comprueba, dicen los científicos soberbios, por tres electroencefalogramas planos, es decir que el “aparatejo” no registre actividad eléctrica cerebral. Ni en aquella época que llamaron el oscurantismo medieval se registró una necedad comparable.
Está lleno el mundo de sensores e ingenios de todo tipo, cuya sensibilidad tiene limites por lo bajo y por lo alto, pero al famoso aparatito no se le escapa nada. ¿Y si el cerebro sin registrar actividad eléctrica siguiera funcionando por fenómenos químicos que no determinaran actividad eléctrica? Nunca se vió dicen, siempre hay una primera vez digo, y quizás no se vio porque no se lo buscó. Desde hace tiempo se admitió con la seguridad de quien pontifica “ex cáthedra” que jamás en la vida se podían tener más neuronas de aquellas con las que se había nacido, porque las neuronas no se reproducen ni se reparan una vez lesionadas o muertas, hoy es casi cotidiano el empleo y experimentación con células madres del cordón o del propio individuo, tanto en afecciones de la médula, como del sistema nervioso tanto central como periférico ¿Y?.
La recuperación espontánea del sistema nervioso es un hecho ya sobradamente comprobado. Existen en el país varios bancos públicos y privados de células madres. En todas partes hay científicos que trabajan para la vida, mientras otros lo hace para la muerte.
El otro argumento esgrimido es evitar el sufrimiento, sufrimiento del receptor de un transplante y su familia, angustiados porque se les va un ser querido habiendo una solución posible ¿No caemos solitos en la eutanasia obligatoria? Se da cuenta que el título no era tan terrible ni tan delirante.
Esta cuestión se ve según de que lado que se ponga, si del que necesita y recibe o del que puede irse y lo empujan para que no se quede y siga usando los órganos que otro necesita.
Pero no se trata de conveniencias o gustos personales sino del avance del Estado, sin importar sus argumentos, sobre derechos sagrados e inalienables.
Lo que se ha aprobado es una modificación a la ley anterior (24.193) que reglamentaba los procedimientos para ablaciones y transplantes. Y esta es otra descomunal mentira, en esta “modificación” se hace un agregado que debía ameritar otra ley y es la inclusión de todos los ciudadanos como donantes presuntos, no es algo menor, no es el mismo procedimiento legislativo para modificar una ley que para sancionar otra. Es una canallesca agachada de esas que llamamos “mala leche”
Si la demanda de órganos no alcanza a cubrir la demanda, lo primero, debió ser averiguar si los mecanismos y organismos creados por la ley anterior funcionan en forma eficiente y si no es así, corregirlos.
Parece elemental, pero supera el nivel intelectual de funcionarios o hubiese obligado a echar al ministro González García por inútil.
El permanente avance de la ciencia médica hará a no dudarlo, que este recurso terapéutico se convierta en poco tiempo en rutinario, su consecuencia esta a la vista, la demanda estará siempre por delante de la oferta ¿y entonces?
Por ejemplo; prohibir los cinturones de seguridad, “air bag” y cascos para que halla más muertos no parece elegante, desenchufar a un paciente en emergencia o darle un empujoncito ya casi está aceptado.
Se la pongo más cruda, ¿para qué salvar la vida de ese chico de 6 años que sufrió un accidente, va a ser amputado, quizás quede sordo o ciego y con cicatrices deformantes, cuando con sus órganos se puede mejorar la vida de otro?
A usted, a mi, a todos y a los nuestros les puede pasar, no mire su personal conveniencia de acuerdo al lado que lo pongan las circunstancias, sino a lo que debe ser.El mundo de mañana se va construyendo en cada segundo de hoy.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Es para pensarlo mucho. Habría que establecer algún sistema de garantías por las cuáles alguien certifique que los órganos que se van a extraer corresponden a una persona muerta, es decir a aquella que sería velada y enterrada

Anónimo dijo...

Muy triste. Como si no hubiera cosas más importantes en éste país..
Que será lo próximo? La ley del desaparecido presunto? O también podrían hacer la "Ley del Peronista presunto" así se perpetúan en el poder y no ahorran los lamentables espectáculos de las elecciones.

Anónimo dijo...

gracias por hacernos pensar